La Homeopatía fue desarrollada hacia finales del siglo XIX por el Dr. Samuel Hahnemann en Alemania. Su obra más importante, es publicada en 1810, el Organón, donde expone los fundamentos de la doctrina homeopática, describiendo las bases teóricas y filosóficas. Veintitrés años después, en 1833, Hahnemann, a sus 77 años, escribe la quinta edición del Organón, que tras años de experiencia e investigación introduce en el noveno y décimo párrafo, el término de principio o energía vital.
Su doctrina se fundamenta en principios naturales universales, basada en una filosofía vitalista. Desde esta perspectiva vitalista se asume el equilibrio y bienestar del cuerpo y la mente como un equilibrio de la energía vital:
“El organismo material, sin la fuerza vital, es incapaz de sentir, de obrar, de defenderse a sí mismo; todas las sensaciones nacen y todas las funciones vitales se realizan por medio del ser inmaterial (el principio vital, fuerza vital) que lo anima, tanto en el estado de salud como en el de enfermedad.” Órganon, p10.
En la antigüedad Hipócrates ya había desarrollado el concepto de physis como fuerza vital que anima y produce todos los estados de existencia en sus diferentes formas. La homeopatía basa sus principios en que el cuerpo tiene la capacidad de recuperarse así mismo cuando se le estimula de manera adecuada.
Bases científicas
El mecanismo de acción de la homeopatía está siendo revelado por estudios en el campo emergente de la física de la ultra dilución. En una hipótesis, las nanopartículas de la sustancia homeopática original atraen moléculas de agua para formar estructuras cristalinas líquidas en el agua de dilución, que a su vez transmiten información que desencadena una reacción homeostática en el organismo.
Los niveles de nano dosis que persisten en las sustancias homeopáticas son comparables a los niveles a los que actúan las hormonas y los agentes de señalización celular del organismo.
Estas dos cualidades de la homeopatía -la presencia del ingrediente activo sólo en nanopartículas y un mecanismo de acción basado en la transmisión de información más que en su sustancia- confieren a la homeopatía sus cualidades únicas: no crea dependencia ni síndrome de abstinencia, no interactúa con medicamentos y proporciona beneficios en lugar de efectos secundarios.