La palabra acupuntura deriva de dos palabras provenientes del griego: acus (aguja) y punctura (pinchar). Sus orígenes se remontan a varios miles de años, siendo el Huangdi Neijing, el primer libro que la describe y que data de los siglos II a.C. al siglo II d.C.
La filosofía china de acupuntura afirma que hay dos fuerzas opuestas y complementarias que coexisten en la naturaleza: el Yin y el Yang. Estas dos fuerzas interactúan para regular el flujo de «energía vital», conocida como Qi.
Cuando una persona goza de buena salud, el Yin y el Yang están en equilibrio, y el flujo de Qi es suave y regular. Los antiguos chinos sontenían que el Qi fluye a través de una red de canales llamados meridianos, que llevan el Qi desde los órganos internos a la superficie de la piel. A lo largo de estos meridianos hay puntos de acupuntura que pueden ser estimulados para restaurar el equilibrio normal del cuerpo.
La técnica de la acupuntura contempla varias modalidades de estimulación de las agujas insertadas, que pueden ser manipuladas manualmente (acupuntura manual), estímulos eléctricos (electro-acupuntura), calor (moxibustión), presión (acupresión) o energía láser con la finalidad de “realinear las energías del cuerpo o el Qi”. Se incluye también la aurículoterapia, que es la estimulación mediante la presión o punción de puntos específicos en el pabellón auricular.
VISIÓN MODERNA DE LA ACUPUNTURA
La perspectiva tradicional china no se basa en pruebas anatómicas, fisiológicas o bioquímicas, por tanto no se fundamenta en una comprensión mecanicista de la acupuntura. Las teorías occidentales se basan principalmente en que la acupuntura induce señales en los nervios aferentes que modulan la transmisión de señales espinales y la percepción del dolor en el cerebro.
En 1987, Pomeranz propuso que la estimulación de la acupuntura activa las fibras aferentes A-δ y C en el músculo, lo que provoca la transmisión de señales a la médula espinal, que a su vez da lugar a una liberación local de dinorfina y encefalinas. Estas vías aferentes se propagan hasta el cerebro medio, desencadenando una secuencia de mediadores excitatorios e inhibitorios en la médula espinal. La liberación resultante de neurotransmisores, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina, en la médula espinal conduce a la inhibición pre y postsináptica y a la supresión de la transmisión del dolor. Cuando estas señales llegan al hipotálamo y la hipófisis, desencadenan la liberación de hormonas adrenocorticotrópicas (ACTH) y endorfinas.
La teoría de Pomeranz fue confirmada por una amplia serie de experimentos realizados por su laboratorio de investigación y por otros investigadores. Este marco conceptual de la analgesia inducida por la acupuntura también se ha investigado en una serie de estudios neurofisiológicos y de imagen durante las últimas décadas.