Nuestros pies no permiten mantenernos erguidos y desplazarnos. Recibimos a través de ellos las energías telúricas de la tierra.
Los pies al a tener muchas terminaciones nerviosas, son regiones con partes muy sensibles que reflejan y están relacionadas con los diferentes órganos del cuerpo. Al estimular un punto reflejo del pie se estimula su órgano correspondiente. Así mismo, el mal funcionamiento de un órgano provoca la aparición de una zona dolorosa proyectada en el pie cuando la presionamos.
Mediante el masaje de los pies, los mejoramos y actuamos de forma refleja sobre el equilibrio general del cuerpo. Se estimulan los puntos o zonas correspondientes a órganos o partes del cuerpo que necesitan reequilibrarse. Con estimulaciones progresivas y no violentas, podemos a distancia tonificar o calmar según las necesidades del cuerpo.
La reflexología podal es una técnica que participa en el apoyo de los mecanismos de autodefensa y auto regeneración fomentando el bienestar del organismo.